Por Sin Reservas
Al cumplirse en este preciso momento 11:11 de la mañana, una de las perversidades que más han impactado a la República Dominicana, ocurrida el 16 de febrero del año 2020, en que Danilo Medina y Julio César Castaños Guzmán (con su «método del ritmo») y sus secuases abortaran las elecciones municipales, aún no sabemos nombres de los delincuentes.
Creemos debemos de estar en el Libro de Récord Guinness, pues es un acto delincuencial «inédito», del que no tenemos información de que haya ocurrido en ninguna otra nación del mundo, el tener que suspender unas elecciones, por qué les falló el «fraude electoral».
Todavía tampoco no se le ha dicho a los ciudadanos con exactitud, solo ha habido especulaciones, de cuantos millones nos costó este crimen, encabezado por estos dos facinerosos y sus secuases (como el Conep).
El cabecilla de la Junta Central Electoral había declarado que en las suspendidas habíamos votado o perdido más de 4 mil millones de pesos.
Pero en gastos económicos no se queda ahí, sabe usted lo que tiene que invertir o gastar un simple candidato a regidor para competir, y no se diga a alcalde de una demarcación de las principales o de mayor residentes. Y estos perversos al fallarle el «fraude electoral» hicieron que volvieran a las calles a promoverse, teniendo para esto que gastar más o que endeudarse más, y no les retribuyeron, como debieron esos gastos.
Pero donde dejamos el daño a «toda» la economía, el alejamiento de inversiones, la cancelación que hicieron miles de ciudadanos de todo el mundo, que estaban programados a venir de acaciones, la paralización de la producción en todos los órdenes, en fin Danilo Medina y Castaños Guzmán, paralizaron el país.
Tocamos este acto criminal por ser el principal, pero no debemos olvidar el primero ocurrido el 6 de octubre del año 2019, el cual fue revestido de poca importancia, por haber sido afectado «unicamente» el Presidente Leonel Fernández, por lo que los demás no quisieron -aunque se lo advertimos- poner sus balbas en remojos, pero fue el preámbulo para el del 16 de febrero.
Vale hacer constar que este complot contra la República, también costó vidas humanas, por las cuales los responsables deberían ser acusados de «homicidio involuntario».
Ahora bien, lo peor no es el impacto en la economía, sino en la salud y la armonía, la tensión y perturbación en todas las familias, que trajo consigo este macabro plan de Danilo Medina, con el contubernio de Castaños Guzmán, con tal de ellos y sus secuases, perpectuarse en el poder, por el miedo a que la Justicia le persiga por la podredumbre que significó su paso por el Palacio Nacional, donde verdaderamente se hizo:
«Lo que nunca se había hecho».
Nosotros aún aspiramos, y no nos llamen ilusos, a que alguien se digne en inicial un proceso, no solo de esclarecimiento, sino de que se haga justicia y que estos malvados paguen este crimen sin precedente en la historia de todo el ámbito mundial.
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